¿QUE SON LOS FACTORES DE TRANSFERENCIA Y QUE FUNCIÓN CUMPLEN?

Una de las grandes claves de la salud se encuentra en el sistema inmunológico, entrenado desde el comienzo de la humanidad para afrontar cualquier enfermedad. La capacidad del sistema inmune se transmite a través de los factores de transferencia presentes en el calostro, una proteína especial que contiene la primera leche que secretan las madres de los mamíferos nada más dar a luz, de este modo la madre transmite al hijo la información acumulada en su sistema inmunitario. Se trata pues de sustancias muy útiles tanto en enfermedades infecciosas, como autoinmunes incluido el cáncer, en que mantener fuerte el sistema inmunitario es fundamental en la superación de la enfermedad.
Haciendo un poco de historia sobre la importancia que tiene el sistema inmune en la incidencia del cáncer, hay que decir que ya en 1909 un científico llamado Paul Ehrlich afirmo que la incidencia del cáncer seria mucho mayor si no fuese por la vigilancia del sistema inmune, capaz de identificar las células tumorales recién divididas y eliminarlas. Paul fue uno de los primeros en relacionar el cáncer con el sistema inmune.
En la década de los 50 del siglo pasado, los científicos Lewis Thomas y Frank MacFarlane, comunicaron que un tipo de células del sistema inmune, los linfocitos T NK eran las células clave de la respuesta del sistema inmune contra el cáncer, lo que llevo a que se acuñara la expresión "vigilancia inmune".
Y fue el 26 de abril de 2001, en una investigación publicada en la revista Nature con el título "IFN-gamma y los linfocitos previenen el desarrollo del tumos primario y configuran la inmunogenicidad del tumor", que estaba escrito por Robert D. Schreiber y su equipo, en colaboración con Lloyd J. Old, y en la que se decía que la evidencia experimental demostró inequívocamente que el sistema inmunitario impide el desarrollo de los tumores e incluso su aparición, jugando pues un papel importantísimo en la protección frente al cáncer.
La historia moderna de los factores de transferencia comienza en 1949 cuando el doctor Sherwood Lawrence uso extractos de leucocitos para demostrar que la respuesta del sistema inmunológico se transfiere de un humano a otro a través de unas proteínas a las que llamo factores de transferencia. Lawrence demostró que la memoria inmune era transmitida sin la necesidad de inocular anticuerpos reales, bastaba con los factores de transferencia.
A los trabajos de Lawrence, en cierta medida incomprendidos en su tiempo siguieron otros muchos estudios independientes y la eficacia de los factores de transferencia ha quedado sobradamente demostrada, ha convencido en los últimos años a millones de terapeutas en función de los excelentes resultados obtenidos en infinidad de patologías.
¿Qué son los factores de transferencia?
Son cadenas peptídicas, compuestas de decenas de aminoácidos creadas por los linfocitos y que almacenan toda la experiencia del sistema inmune.
Los linfocitos, los más longevos entre las células del sistema inmune son los que van formando los factores de transferencia a medida que adquieren experiencia en la lucha contra los patógenos externos e internos en su labor de defender el organismo.
Usare un ejemplo para entender esto, los factores de transferencia son equiparables a los archivos de una gran ciudad en que los diferentes cuerpos de seguridad, policiales, bomberos y otros, almacenan expedientes, modos de actuar de delincuentes, retratos robots, etc. etc. y son usados para educar tanto a los nuevos agentes, como para reciclar a los antiguos. Por supuestos estos archivos son dinámicos, en constante evolución y crecimiento, enfocados a mejorar la seguridad de la ciudad.
Pues bien, los factores de transferencia en nuestro cuerpo son comparables a estos archivos que educan y mantienen instruido el sistema inmune sobre las formas de actuar de patógenos de todo tipo y elementos que perturben la estabilidad y seguridad del organismo. Por tanto la función de los factores de transferencia es enseñar a las células del sistema inmune a reconocer antígenos específicos que pudieran pasarles inadvertidos sin la ayuda de estas valiosas y complejas proteínas.
Por supuesto, en sí mismo, los factores de transferencia no curan como los archivos de la policía no eliminan los delitos, pero trabajan o contribuyen a hacer más inteligente y eficaz el sistema inmune, de modo que a partir de ahí, será el propio sistema inmune el que elimine la causa de la enfermedad.
Los factores de transferencia también son inmunomoduladores en el sentido de que no estimulan una respuesta global, sino especifica, adecuada a las necesidades de cada ocasión. Podríamos decir que los factores de transferencia almacenan fotografías químicas de los virus, bacterias, hongos y parásitos con las que han estado en contacto en el propio organismo o en el de sus antepasados y transmiten dicha información a las células del sistema inmunitario de las generaciones sucesivas.
Puesto que esta idea choca de frente con los modelos farmacológicos de inmunidad, a la medicina alopática o convencional le cuesta admitir este tipo de acción.
Las posibilidades de uso de los factores de transferencia son casi infinitas pues se ha comprobado su utilidad en todo tipo de enfermedades infecciosas por todo tipo de virus, bacterias, levaduras y hongos como es el caso de la tuberculosis, la lepra, también en diabetes tipo II, dolencias renales, otitis, herpes Zoster y simple, hepatitis B, toxoplasmosis, asma, dermatitis atópica, rinitis, artritis reumatoide, psoriasis y enfermedades de tipo autoinmune, como la esclerosis múltiple y el Sjogren, si como en todo tipo de canceres.
La eficacia de los factores de transferencia se intuyo indirectamente hace miles de años cuando por ejemplo, los médicos ayurvedicos documentaron los beneficios para la salud del calostro, además en los países del norte de Europa, por varios siglos ya, se suele preparar un pudding de calostro con miel que se toma en las celebraciones. Y más recientemente, en Estados Unidos se uso el calostro como antibiótico antes del descubrimiento de la penicilina. Ahora sabemos que gran parte de la acción terapéutica del calostro es debida a los factores de transferencia.
Darryl Spe publico una investigación en el Journal of the American Nutraceutical Association en 1999, en que comparo un estudio llevado a cabo con casi 200 productos naturales y su capacidad para aumentar la actividad de las células asesinas naturales, los linfocitos T NK. En el estudio se descubrió que algunos productos aumentaban su actividad en casi un 50 % mientras que los factores de transferencia procedentes del calostro lo hacían en un 103 %, además cuando estas proteínas fueron combinadas con una seria de agentes timicos, como los betaglucanos, acemanano e IP6, el resultado fue de un 248 %, un considerable aumento atribuido a la sinergia de los diferentes compuestos.
Los doctores Calvin McCausland y Emma Ogarova también llevaron a cabo estudios que demostraron el tremendo efecto positivo de los factores de transferencia en los linfocitos T NK o células asesinas naturales. Y en un estudio independiente llevado a cabo en la Academia Rusa de Ciencia Medicas por Anatoli Vorobiev, con pruebas de citotoxicidad a doble ciego, en que se combinaron células asesinas naturales con células cancerígenas de humanos, se concluyo que los factores de transferencia podrían reforzar la actividad de los linfocitos T NK en un 283 % y en el caso de otro producto en que se mezclaron con setas chinas y otras sustancias se llego a un extraordinario 437 % de respuesta inmunitaria normal.
Después de todo esto, no es difícil concluir que estamos ante uno de los mayores descubrimientos científico-médicos de las últimas décadas, algo que, como decían los padres de la medicina, puede curar sin dañar "primum non nocere".
Como conclusión diré que mi experiencia de uso de estos productos para calmar mis malestares con la alergia cronica al polen de la primavera, contaminación del aire(faringitis, rinitis, gripe, dolor garganta), es extraordinaria y le invito a contactar conmigo si cree necesitarlos, los productos estan disponibles para cualquier parte del mundo.
NO ESPERE A ESTAR ENFERMO PARA PREOCUPARSE
Esta información es para concienciar a todo visitante por el simple hecho de serlo, que, como dice el viejo refrán "es mejor prevenir que curar", pero reconozco que la idea occidental más extendida es la de que "al médico se va cuando se está enfermo" y parece haber muchos intereses para que esta filosofía de vida siga siendo popular, ya que hay mas negocio con la enfermedad que con la salud.